A raíz de la modificación en los horarios a causa de la actual pandemia, varios locatarios del Mercado Porfirio Díaz, en la Villa de Etla, se vieron en la necesidad de trasladar sus changarros a sus casas. Abrieron sus zaguanes, sacaron unas mesas y acomodaron su mercancía, lo que sea por seguir trabajando.
Al percatarse, Giovanni Bautista, sugirió regalarle letreros a estas personas. Fue así como le encargaron unas piezas con dos hoyos a un carpintero que funcionaran para anunciar el negocio. En total fueron doce letreros en seis días, mismos que ayudaron a restablecer los negocios en sus nuevas ubicaciones.
